Como cada invierno, la Bodega Josep Vicens se enfrenta a la época de poda del viñedo durante su fase de reposo vegetativo. 

El objetivo principal de esta práctica es regular el crecimiento de la vid para asegurar una buena producción de uva y mantener la salud del viñedo a largo plazo. 

La poda, a todos los efectos, consiste en cortar ciertos brotes, ramas o partes de la cepa para optimizar su rendimiento en la próxima campaña de vendimia. Así pues, el primer paso consiste en la selección y evaluación de aquellos sarmientos de la cepa que deben mantenerse, basándonos en su vigorosidad y su potencialidad de dar una uva de calidad. Así pues, se eliminan los sarmientos viejos o débiles. 

Dependiendo de la época productiva de la cepa se realizará una poda según la forma que se desea que crezca o según la cantidad de uva que se busca producir. Sin embargo, este proceso también sirve para equilibrar la cantidad de hojas y la cantidad de uva, ya que una cepa sobrecargada de uva no podrá madurar bien sus frutos, mientras que una cepa con una cantidad elevada de hojas no tendrá energía suficiente para producir una buena cosecha. 

Además, la poda también ayuda a mejorar la circulación del aire entre los sarmientos, reduciendo de esta forma el riesgo de enfermedades como la mildiu.

En conclusión, este proceso es crucial porque una buena poda afecta directamente a la calidad de la uva y, por tanto, a la calidad del vino producido.